lunes, 7 de junio de 2010

LCB ll


Y ahora me place mirarte, mientras la colcha tapa gran parte de tu perfil, es de noche, y de noche nos acostamos.
Estamos como pegados ocupando el centro de la cama; mi brazo derecho debajo de tu cuello, el otro por allí... mis piernas entre las tuyas, ocultando imperfecciones.
Algunas marcas, dos dibujos, un lunar.
Un aroma en una piel que busca en mis manos antojadizas un poco de calor.
Si me pides un beso, te lo entrego…
Si prestas atención, descubrirás más cosas.

Me inquieto, enciendo un cigarrillo y temo con intereses.
Pienso como podré recuperar tal cuadro maravilloso cuando me vaya.
Mi cabeza se expande mientras tu respiración se aquieta.
Tu cuerpo descansa y se llena de contracturas, restos diurnos de pasajes cotidianos que alguna tarde intentaré desanudar.
Me encuentro sentado mirando una mujer, jugando a adivinar incógnitas que todos se preguntan.
Me encuentro desparramado en una silla y “a gatas” mi mano soporta el peso del cigarrillo, me cruzo de piernas, y te miro, mientras trato de no despertarte. Hago cada vez menos ruidos, hasta puedo escuchar como se consume el cigarrillo, las horas, tu respiración, la noche… me siento un niño en un mundillo de adultos, jugando a seducir tu cuerpo.
Ya el cigarrillo acaeció, y elijo dejar de pensar, y meterme en la cama para abrazarte, y dejar que hagas lo mismo con migo, es una gran noche para sentirme abrazado… es un buen momento para dejar de pensar, y escucharte dormir.
Es una semana interesante para darle respiro a los porque, y dejar fluir lo que quiera fluir.


PABLO BARNABÁ

No hay comentarios: