Si digo que te extraño, no es cierto.
Si te hablo, no es más que por la necesidad de
encadenar palabras.
Cuando te observo, no estoy mirándote.
Cuando te abrazo, no encuentro mis manos al final de tu espalda.
Cuando la razón del viento me acomoda, nunca es
cerca de tu casa.
Si el sol me cambia el rumbo, nunca es cerca de
tu casa.
Cuando te leo, nunca busco el significado.
Cuando te deseo, nunca encuentro deseantes
Si por esas casualidades te sucede lo mismo, avísame
con urgencia.
solo siento que se va pasando la vida entre pequeñas preguntas
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